
La IA tiene muchas aplicaciones, en sectores como en la informática o la medicina los logros son notables. Sin embargo, en el campo de la traducción jurada, no se puede decir
que sea tan clara la aplicación.
Las traducciones juradas se presentan ante administraciones públicas y juzgados. Son traducciones que representan fielmente el texto original y sirven para un propósito concreto. En los textos jurídicos la terminología es muy específica, hay expresiones complejas que se han anquilosado, locuciones arcaicas, modismos, expresiones en francés y latín, oraciones complejas en inglés británico e inglés americano, expresiones con tripletes y dobletes bastantes conocidas para los traductores jurados. Todo ello hace que los textos no se traduzcan en un santiamén. Los traductores jurados deben conocer los lenguajes jurídicos que se están traduciendo, contrastar diccionarios y mirar textos paralelos. No se trata de traducciones rápidas, en las que se traduce la primera acepción de un diccionario. La IA necesita el apoyo de la traducción humana para realizar una traducción jurada.
La IA podría aligerar el trabajo de las traducciones o incluso ayudar a la formación de glosarios, pero siempre debe ir acompañada de un traductor que revise el producto final, realice las modificaciones oportunas y conceda el beneplácito final.
En las traducciones literarias, como ya comenté en un post anterior, ocurre lo mismo. Un traductor literario estudia el ritmo del libro, los personajes para adecuarlos a su traducción. Considerando que cada personaje es diferente por su expresión que va a definir su personalidad y el traductor debe reflejar eso en la traducción para traducir un libro que te transporte a otra realidad, y el lector no piense que está leyendo una traducción con expresiones poco naturales.
Una traducción automática te puede ofrecer una traducción gramatical, pero es muy difícil que traduzca una alusión a alguna broma reciente, una impronta cultural, una referencia a algo que esté ocurriendo en el mundo contemporáneo, un modismo, un giro de palabras o una metáfora actual.
Para que una traducción jurada tenga validez en España debe ser realizada por un traductor oficial nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Estas traducciones llevarán al final un sello donde aparecerá el nombre del traductor, el idioma del que se ha traducido y la certificación de que la traducción jurada es una traducción fiel del documento original. En MarbellaTrad contamos con un equipo de traductores jurados cualificados, con experiencia probada que le concede a sus clientes la seguridad de su traducción jurada.