
El tres de abril se pone fin a la Golden Visa en España, una autorización de residencia para inversores que permitía a ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea obtener la residencia en España mediante inversiones significativas.
Esta opción de residencia se otorgaba a quienes adquirieran bienes inmuebles en España con un valor mínimo de 500.000 euros, también incluía la compra de títulos de deuda pública española por un valor superior a dos millones de euros o la inversión de al menos un millón de euros en empresas locales, fondos de inversión constituidos en España o depósitos bancarios en entidades financieras españolas. Además, los inversores podían optar a este visado si desarrollaban un proyecto empresarial que generase empleo, impacto socio-económico o innovación en la región donde se estableciera.
Con esta medida, España va a perder una vía de entrada de capital extranjero, que genera beneficios en sectores como el inmobiliario, la construcción o los servicios, motores de nuestra economía española. Se renuncia a una fuente de financiación que beneficia tanto al sector público como el privado. La supresión de la Golden Visa puede hacer que ese porcentaje de inversión se derive a otros países de la Unión Europea como a Italia.
Una de las razones para la eliminación de la Golden Visa es el impacto en el mercado inmobiliario. El fin de la Golden Visa se aplaude como una medida para frenar la especulación inmobiliaria y garantizar el acceso a una vivienda digna. Se dice que el aumento significativo de la compra de viviendas por extranjeros ha afectado al mercado inmobiliario, que la subida de los precios dificulta que los residentes locales accedan a una vivienda. Sin embargo, la mayoría de las inversiones que se realizan es en propiedades de alto valor, esto sugiere que el impacto sobre el mercado de la vivienda accesible podría no ser tan directo como se plantea. El impacto de las Golden Visa en la subida de los precios es limitado y no se elimina el problema de base que es la falta de oferta de vivienda asequible.
Sin embargo, otros factores como los fondos de inversión y la falta de regulación del alquiler turístico tienen un mayor impacto en los precios. El auge de plataformas de alquiler turístico se ha señalado como una de las causas de la reducción en la disponibilidad de viviendas para alquiler residencial, lo que ha contribuido al aumento de precios.
Se debería producir un aumento de la construcción de vivienda pública y la promoción de alquileres asequibles y que las comunidades autónomas y los ayuntamientos declararan zonas tensionadas, donde se pueden establecer límites a los precios de alquiler.
Lo cierto es que la escasez de suelo para nuevas viviendas es un problema y que los residentes ven que su poder adquisitivo ha sido mermado mientras que se ha producido un aumento de los precios de compra y alquiler.
La eliminación de la Golden Visa puede ser un paso simbólico para la regulación del mercado inmobiliario, pero no aborda el problema estructural de base que es la falta de viviendas asequibles.